jueves, 7 de febrero de 2013

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PSICOMOTRICIDAD EN EDUCACIÓN INFANTIL?


(artículo extraido de: http://edupsicomotricidadinfantil.blogspot.com.es)

Psicomotricidad y Desarrollo

La experiencia personal, desde las primeras edades evolutivas, se abastece de contenidos emocionales y afectivos, lo cuál permite que emerjan con mayor facilidad las diversas funciones cognitivas y motrices claves para el desarrollo de cada estadio evolutivo. Es decir, las experiencias que el niño va teniendo con su cuerpo en relación a su medio permiten, como señala Piaget, elaborar esquemas y éstos a su vez, le permiten diferenciar y continuar sus experiencias hasta llegar a la elaboración definitiva de su "yo" corporal. Por tanto, se hace imprescindible en las primeras etapas evolutivas, la experiencia de emplear la totalidad del cuerpo en el juego simbólico; el comportamiento motor, la espontaneidad, el gesto, la postura, etc... como los medios expresivos básicos por excelencia y por encima de la palabra. Podríamos diferenciar en dos las etapas de la evolución preescolar:

La primera etapa: hasta alrededor de los 2 años, o período maternal; es cuando el niño comienza a enderezar y a mover la cabeza como acto reflejo, enderezando seguidamente el tronco, estas actividades lo conducirán hacia las primeras posturas de sedestación, la cual le facilitará a su vez la prehensión. La individualización y el uso de sus miembros, lo llevarán progresivamente a la reptación y gateo, lo que facilitará la segmentación de los miembros y aparición de la fuerza muscular y del control del equilibrio, permitiéndole conseguir la posición erecta, la bipedestación, la marcha y las primeras coordinaciones globales asociadas a la prehensión. Estas situaciones de acción le facilitarán al niño la posibilidad de descubrir y conocer.

La segunda etapa: de los 2 hasta los 5 años aproximadamente, es el período global del aprendizaje y del uso de su cuerpo. Aquí, la prehensión se va haciendo más precisa, asociándose a los gestos y a una locomoción cada vez más coordinada, la motilidad (habilidad de moverse espontáneamente e independientemente) y la cinestesia de manera asociada (sensación o percepción del movimiento), permiten al niño un uso crecientemente diferenciado y preciso de su cuerpo en su totalidad.


Foto: niños de pre-escolar en sesión de psicomotricidad

Objetivo de la Educación Psicomotriz en Preescolar

La etapa pre-escolar es efectivamente, la edad de las primeras adquisiciones, que le permitirán salir poco a poco de la "dependencia" con la madre para adquirir una relativa independencia de pensamiento y de acción, según la autonomía de movimientos le vaya permitiendo. A partir de la acción el niño pasa a la representación mental, al simbolismo, a la figuración y a la operación. La actividad corporal y las actividades sensoriales contribuyen de manera fundamental al desarrollo temprano de su inteligencia. El objetivo básico de la educación psicomotriz en preescolar será por tanto, las vivencias corporales, el descubrimiento del mundo, del propio cuerpo, la asimilación de la motricidad para llegar a la expresión simbólica gráfica, y a la abstracción, a base de estimular el movimiento.

Propósitos de la Educación Psicomotriz en la Educación Preescolar

Los propósitos de la educación psicomotriz en la educación preescolar deberán de atender a los siguientes aspectos:

En relación al propio cuerpo:

   • Tomar conciencia del propio cuerpo a nivel global.
   • Descubrir las acciones que puede realizar con su cuerpo de forma
     autónoma.
   • Tomar conciencia de la actividad postural: activa y pasiva.
   • Tomar conciencia de la tensión y distensión muscular.
   • Reconocer los diferentes modos de desplazamiento.
   • Descubrir el equilibrio.
   • Favorecer la percepción del movimiento y de la inmovilidad.
   • Tomar conciencia del propio cuerpo con el espacio en que se
      encuentra.
   • Descubrir a través de todos los sentidos las características y
     cualidades de los objetos.
   • Vivenciar las sensaciones propioceptivas, interoceptivas y
     exteroceptivas.
   • Conocimiento, control y dominio de las diferentes partes del cuerpo,
     en sí mismo, en el otro y en  imagen gráfica.
   • Descubrir las acciones que pueden realizar con las diferentes partes
     del cuerpo.
   • Aplicar el movimiento motor fino por medio de la expresión plástica
     como plasmación de la vivencia corporal.

En relación a los objetos:

   • Descubrir el mundo de los objetos.
   • Conocer el objeto: observación, manipulación, etc.
   • Descubrir las posibilidades de los objetos: construcción.
   • Mejorar la habilidad manipulativa y precisa en relación con el objeto.
   • Desarrollar la imaginación por medio de los objetos.
   • Descubrir la orientación espacial. El niño como punto de referencia
     del mundo de los objetos.

En relación a la socialización:

   • Aplicar la comunicación corporal y verbal: relación niño-niño y
      relación niño-adulto.
   • Relacionarse con los compañeros: responsabilidad, juego, trabajo,
      cooperativismo, etc.
   • Descubrir la dramatización como medio de comunicación social:
      frases, sentimientos, escenas, interpretación de diferentes roles, etc.

En relación al espacio-tiempo:

   • Descubrir el suelo como un punto de apoyo.
   • Captación del plano horizontal, vertical e inclinado.
   • Captación de medida natural y espacio limitado.
   • Descubrir las nociones de: dirección, situación, sucesión, distancia,
     duración y límite.

En relación al tiempo:

   • Descubrir la secuencia temporal: pasado, presente y futuro reciente.
   • Descubrir el ritmo espontáneo.
   • Adaptación del movimiento a un ritmo dado.
   • Distinguir esquemas rítmicos.

Conclusiones

Cada etapa evolutiva del niño tiene una importancia determinada, pues cada una de ellas aporta nuevos instrumentos para el desarrollo psico-motriz. La etapa preescolar, ya desde que nace el niño, es la base para las siguientes. Partiendo de este precepto, cabe deducir que no se puede pasar de una etapa a otra sin haber cumplido los objetivos de la propia que esta viviendo el niño, es decir, para madurar hay que tener unos conocimientos previos a todos los niveles, ya sea motriz, de percepción, psiquicos, cognitivos, etc...  Se hace necesario pues que los adultos dotemos a los niños de las herramientas y entornos necesarios para que el niño evolucione por sí solo dentro de cada etapa evolutiva que le toca vivir, y de esta manera pueda desenvolverse con soltura consigo mismo y con su entorno social.

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